jueves, 24 de abril de 2008

RESUMEN DEL MANDATO


PORTADA DEL MANDATO



UN BESO, UN LIBRO Y UNA FLOR

PARA IDEALIZAR LA VIDA Y EL AMOR,

YA QUE HACER POESÍA ES,

IDEALIZAR LA REALIDAD,















RESUMEN DEL LIBRO DE POEMAS



EL MANDATO






POR





EMILIO JOSÉ VELASCO SAMPALAYO





ALIAS: EL GRAN AMUNAKI








Depósito legal: BI-450-1980

















EXPLICACIÓN DE LA OBRA:






En este libro trato de explicar, entre otras cosas, que el Éxito de una Vida, puede ser la superación del fracaso. Y no sólo la superación de un fracaso, que puede arruinarla de un golpe, sino también la superación de los pequeños y frecuentes fracasos que normalmente sufrimos todos en la salud, el amor, el trabajo, la amistad y en todo tipo de actividades y relaciones; lo cual hace que al sentirnos frustrados, vayamos amargándonos la vida, y lleguemos a pensar que toda ella es un fracaso, suave y lento, pero constante. Por eso pienso, que por unas cosas u otras, y en grado de intensidad más o menos grave: Fracasados somos todos.


Por eso escribí estos versos:












ELMANDATO



Me creaste ciego y me mandaste:


¡Busca!


Me dejaste abajo y me dijiste:


¡Sube!


Me hiciste sin alas y ordenaste:


¡Vuela ¡


Y estando sin voz, quisiste que cante.



Desde aquel instante


He buscado mucho y sólo encontré chascos,


Me estrello en el fango, al alzar el vuelo


Me hundo en el abismo si a subir comienzo,


Mi garganta quiebra al lanzar el canto.


Pero en mis entrañas resuena EL MANDATO


Y una ansia constante me empuja a intentarlo






Y pienso que esto es así, porque unos más y otros menos, todos hemos sufrido al ver cómo en nuestras vidas se han ido esfumando sin cumplirse los sueños de la infancia y la juventud, y tras ellos también se han ido desvaneciendo, los deseos más queridos y soñados de la madurez, y así mismo, también veo, cómo la enfermedad, los accidentes o la vejez han ido aniquilando la existencia de las personas que más queremos y con las que diariamente convivimos, haciéndome comprender todo ello, que cada vida oculta una tragedia cotidiana, y que cada persona resulta un HÉROE, por el simple hecho de poder soportarlo y sobrevivir.


Esto me ha hecho pensar, que, precisamente la superación de esos pequeños y grandes fracasos, puede ser el gran éxito de nuestras vidas, llenándolas de contenido y de una íntima satisfacción, al ver que somos más fuertes que el dolor, el placer o la opinión ajena.



En la primera parte de este libro trato de explicar en verso, mi lucha por alcanzar esa superación, pues considero, que:


Ser feliz, es lo único importante que hay en la vida. Y que lo más parecido a ello, es, la Paz Interior o El Equilibrio Interno.



La segunda parte la he dedicado al amor, y en ella he puesto algunos de los poemas que he ido escribiendo a lo largo de los años, con el fin de contar mis experiencias, junto con los éxitos y fracasos de mis relaciones con las mujeres.


Por eso pienso que el,






AMOR



Es el vibrar de la fibra más íntima,


Que al sentir y al pensar conmueve,


Y al sentir y al pensar le mueve,


A no desear conseguir otra conquista;


Ya que todo otro sentir y desear


A su lado palidece,


Resulta inaceptable,


Parece inexistente.....








AMOR



Mujer soñada,


Lejana ilusión


Por mi mente y mi obsesión dorada


Que al acercarse,


Llenó un momento mi vida...











MUJER SOÑADA



¿Existe? Yo me pregunto.


¿Existe? ¿Dios la ha creado...?





En la tercera parte, tiene su lugar el humor, ya que el humor para mí, es una defensa, que tiene la naturaleza humana, para defenderse de la trágica realidad de la vida. Y está colocada dentro de las personas, con el fin de hacer más llevadero nuestro paso por este mundo, y evitar, dentro de lo posible, que nos hundamos en la crispación, la desesperación, la angustia y el desencanto que nos causan las desgracias, que normalmente nos suceden todos a lo largo de nuestra existencia.


Por eso he tratado de describir con un poco de humor la política, con estos versos:







EL REINO DEL CANDIDATO



Ha empezado la campaña,


Para nuevas elecciones,


Y ahora todas son promesas,


Todos tienen soluciones,


Y con ellos los partidos,


Bien nos tocan los cojones...










Y la desbandada de los habitantes de las ciudades, los fines de semana, buscando el monte o la playa en










LA EPOPEYA DOMINGUERA



Hierros, goma, octanos, polvo,


Sudores, prisas y ansias..


Por las rutas de la Tierra,


Los domingueros avanzan.



Tras la última sirena,


O el bajar de la persiana,


Con el postre aún en la boca,


Se inicia la caravana.







Van a conquistar el sol,


El monte o el agua salada.




Van a olvidar los empeños


De las letras atrasadas,


La opresión de los trabajos


Y las angustias del alma...









¿A dónde vas dominguero,


metido en esa tartana,


con tu mujer por sargento,


con la suegra de oficiala


y tus hijos cabos sueltos


de la conquista soñada..?



Voy pallá, como los otros,


¡ mecaguén mi puta alma!


A quemar lo que me queda


De mi cartera y mi calma.



Soñé invadir al aldeano


Y robarle las manzanas


Pa comerlas a la sombra


de su misma pomarada,






y el cabrón me suelta el perro


o el chivo como a las cabras.





Soñé robar las sirenas

Tras de conquistar las playas:




Pero como yo, va miles


Con las mismas esperanzas


Y tengo que conformarme,


con verlas, con desearlas


Y comprarme un par de helados


Para calmar tantas ansias.







Y encima de todo eso,


Con disimulo y con calma


A mi mujer el sargento,


a mi suegra la oficiala,


y a mis hijos cabos sueltos


de la conquista frustrada,


tengo que ver y atender,


mientras como la ensalada,


las croquetas, la tortilla...




y cantar sus alabanzas.



Yo que soñé con marchar,


Para olvidar la semana,


La tengo aquí tan presente,


Tan presente como en casa.


Pues de olvidos ni un pimiento,


Y de conquistas ni un haba.


¡ Y espera macho, que empiece


de nuevo la caravana!







Todo el polvo de la Tierra,


Todo el humo de la CAMPSA,


Te endiñan tubos de escape


En la lenta retirada.


Mas el olor de las gomas


De las miles de frenadas;


accidentes, muertes, sangre,


multas, franquicias, desganas,


gritos, insultos, blasfemias


juramentos y chorradas.



Y ahora sigue, que aquel sigue.


Ahora para que aquel para.




No corras tanto que chocas.


Corre más que te adelantan.


Son mi mujer el sargento


Y mi suegra la oficiala,


que son igual que dos ángeles


De mi vida y de mi guarda.



El semáforo se enciende,


El semáforo se apaga,


Y a ciento veinte kilómetros


Controla la caravana.


Son mis hijos cabos sueltos


De la inmensa retirada


Que casi todo lo saben


Y nunca se callan nada.



Y encima, allá en tal parte,


Cerca de una encrucijada,


Donde se juntan y afluyen


Varias de estas caravanas,


Hay un atasco imponente...




Y entre stops y ceda el paso,


La preferencia o la audacia,


Los guardias que no aparecen


Y las iras desatadas,


en vez de avanzar en orden


Se amontonan las mesnadas.





Y en medio de aquel barullo


Que te envenena y te mata,


Pasa el tiempo, llama el hambre,


Se pone la radio en marcha,


Se oye música de fondo,


La quiniela deseada


Que puede al fin librarte


de esta infame catarata;


se le quita el polvo al coche,


sueñas rutas ignoradas,


allí en la misma cuneta


cenamos con muchas ganas


lo que sobró al medio día


y que ahora tiene más salsa.





Por fin y sin saber cómo


Todos se ponen en marcha,


Y altas horas de la noche


Consigues llegar a casa.





Baja los trastos al suelo,


Y aparca, que eso no es paja;



Sube al piso lo que puedas


Métete luego en la cama


Esperando que el reloj


Te despierte a la mañana,




Para enfrentarte al horario,


A las letras atrasadas,


A la opresión del trabajo,


A las angustias del alma,


A mi mujer el sargento,


A mi suegra la oficiala,


A mis hijos cabos sueltos


de la conquista malsana,


¡Y a templarme bien los nervios


Pa el próximo fin de semana!











ESO DE LA MADRE PATRIA






Y la cuarta parte la dedico a diversos temas de la vida, pues este libro es una muestra de los versos que he ido guardando, desde que hace años y sin saber por qué, empece a escribir lo que pensaba y sentía, a pesar de que, a causa de las circunstancias que condicionaban mi vida, hacer tal cosa en aquellos momentos, era un síntoma claro de inutilidad y de locura.


Y por fin les diré, que llamo "EL Mandato" a este libro, porque dentro de mí, siento como una orden, o un Mandato, que me hace escribir; a pesar de vivir alejado de todo tipo de relaciones adecuadas para desarrollar tales gustos y aficiones, y a pesar de que durante todos los años que llevo escribiendo, casi todo ha sido


oposición para poder escribir y disgustos por haber escrito, en mi cerebro resuena EL Mandato y un impulso constante me empuja a intentarlo. Y a continuación van unos versos de muestra.







COPLAS A UNA DIVORCIADA



Casada te quisieron


Cuando eras niña


Y te metiste presa,


Con una firma


En un papel mojado


Que ahora te asfixia.



¿Cómo creer pudiste


que dure siempre,


un amor, una rosa


Y el ser felices...?






O EL PERO PERERO



Nena, te quiero un cacho,


Eres un cielo, pero...



Entre tu y yo,


siempre hay un pero,


Y lo que espero es,


Que pase el pero,


Pero ese pero es un perero


Y de su pero


Nace otro pero,


que siempre dice:


Sí, pero... pero... pero... y pero.

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¡AY!



Mi lamento es el de todos.


El de todos y el de todas.


¡ Ay!


Espero que no lloréis


Y os dé la risa floja.


Porque yo, siempre que pienso,


Me digo las mismas cosas


¡Ay!


Yo no sé por qué sueñas


Con esas carambolas,


De famas y riquezas,


De amores y de glorias,


Si solamente quieres,


Tumbarte a la bartola,


Bañarte con las nenas,


En la espuma de las olas,


Olvidar graves problemas,


Que en tu vida se amontonan,



Y vivir como un rey moro,


Rodeado de sus moras.


¡Ay!




¿Donde estará ese reino,


De Tumbarse a la Bartola..?


¡Ay!


¿Dónde estarán mis nenas?


¡Ay!


¿Dónde estarán mis olas?


¡Ay¡


¿Dónde estará ese rey,


Rodeado de sus moras,


Para poder imitarle,


Tanto al sol, como a la sombra?


¡Ay!




¿De dónde vendrán los sueños,


ue tanto nos ilusionan,


Que nos prometen los cielos,


Y no nos dan ni la hora?


¡Ay!


¿Lo sabe usted buen señor?


No. ¡Ay!


¿Lo sabe usted mi señora?


Tampoco. ¡Ay!


Creo que los sueños nacen,


De un afán que nos desborda,




Y se acaban casi siempre,


Con el fulgor de le aurora.


¡Ay! Y digo y repito, ¡Ay!


Porque nadie sabe nada


De esas cosas,


Por eso sigo soñando.


Con las nenas, con las olas,


Con olvidar los problemas


Y tumbarme a la bartola,




Y conque el día menos pensado,


Mis sueños,


Consigan su carambola


¡Ay!



Por José Velasco= El Gran Amunaki

































Y la cuarta part, como ya he dicho, la dedico a cantar diversos temas de la vida, como por ejemplo, la enfermedad que sufri hace años y que estuvo a punto de matarme. como podrán ver, al leer el poema en el que explico lo que sufrí entonces y que se titula:


ME RONDA LA MUERTE

A Isabel, en Cabueñes,
Gijón, sin cuya ayuda no
estaría vivo.



Estoy enfermo,
y casi sin darme cuenta
un intruso sin piedad,
me va dejando sin fuerzas,
y lenta, muy lentamente,
va devorando mi entraña
y sin poderlo evitar
con lentitud programada,
me va sin duda a matar.

La cirugía no corta
la marcha de la infección,
La medicación masiva
No ha resultado eficaz,
Y al no poder derrotar
al que me está destrozando,
se convierte en su aliada
creando otra enfermedad;
que lenta, muy lentamente,
con lentitud programada,
me ha emplazado con la muerte,
que lenta, muy lentamente,
veo implacable llegar.

¿No voy a reaccionar...?
¿ Es que acaso puedo...?
es que acaso quiero hacerlo...?
¿ No es lo mejor reventar
y al fin poder descansar
de este inmenso agotamiento...?

Creo que sólo una célula
Me queda sana en la mente
Y que ella arrastra mi cuerpo
lleno de pus y dolor,
y me impulsa hacia delante,
me impulsa a seguir luchando
por liquidar la infección.

Después de tanto desastre
y sentir cerca el final,
Me hablan de yerbas que curan,
De otra forma de sanar
Y comienzo un largo viaje,
un largo peregrinar
para que una mano amiga,
unas manos femeninas,
me den prestada energía,
una energía eficaz
que lenta muy lentamente
me hace reaccionar.
Y entre vómitos y espasmos
Voy echando de mi entraña
al intruso sin piedad
Y lentamente mi cuerpo
Se empieza a regenerar.

Por ese motivo,
y durante años,
Mes tras mes voy visitando,
a esa mujer amiga,
a esas manos femeninas,
Que lenta, muy lentamente,
Con un marcado relax
Y su energía prestada,
me ha hecho volver a pensar
en ser un hombre con fuerza
y una saluz total.
Un hombre que lentamente
Empieza a saborear
El cambio que ha operado
dentro de él la enfermedad.
Un cambio que ha pagado
Con equilibrio y con paz,
Todo el dolor y la angustia
Y el largo peregrinar.
Un hombre que lentamente
Sueña en volver a soñar.

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