El Gran Amunaki dice de si mismo:
Soy un trozo de materia, que a través de cambios y mutuaciones, tomó entre otras, la forma de un niño. El niño, sin dejar de serlo, se hizo un joven, el niño y el joven, sin dejar de serlo, se convirtieron en el hombre que actualmente soy, y ahora lo único que deseo, es llegar a viejo; pero un poco antes o un poco después, me convertiré en un muerto; y mientras llega ese momento, procuraré seguir siendo siempre, un niño, un joven y un hombre Feliz.
Porque después de mi muerte, la parte de materia que me esté dando forma humana en aquel momento, continuará su constante transformación, y a través de ella, espero convertirme en otra cosa mejor.
A
Naciste allende los siglos,
reyes te hicieron hidalga
y te dejaron regirte
Por el Fuero de Vizcaya.
¡ Colina entre colinas!
¡Escondida y ondulada!
Calles de adoquín prendido,
calles que suben y bajan,
Calles que cruzan cantones.
Calles, tus calles son almas,
llenas de vida y recuerdos
Ilusiones y esperanzas.
Paseo que va y que viene
Desde la iglesia a la plaza;
con árboles que le adornan
y bancos de piedra brava,
recreo para los ojos
que besan el panorama,
con prados para el ganado
y las huertas de labranza,
el río cruzando el valle
con puente de obra romana,
caseríos en los montes
rodeados de cabañas
cual si fuera una muralla.
Verde entre verde de pinos,
verde en robles,
verde en matas,
verde que en verde te envuelve
y en matices te engalana,
como muestra pura y vida
De esta hermosa tierra basca.
Torres de blasones viejos,
iglesia que reza y canta,
el convento, el juniorado,
talleres, escuelas, fábricas
y aquel moderno colegio
de las monjas alemanas,
transformado en residencia
para edades avanzadas,
donde conviven las gentes,
que se forma en tus entrañas.
Encina entre las encinas,
santuario de fe mariana,
entre el museo y la hierba
que se extiende por la campa,
por Diputación dispuesta
En Parque Público de Alaba.
Las Chozas viejas y hundidas,
Han vuelto a ser levantadas;
Colina de las colinas,
escondida y ondulada,
entre sol y sombra de árboles
Que te cubren y te guardan.
Flor entre flores de pueblos
Valle entre Peña y Montaña;
nuevas urbanizaciones
han ensanchado tus alas,
sin arruinar el conjunto
Ni el sosiego que te avalan.
Las viviendas familiares
y chales de una o dos plantas,
te rodean y te adornan
Aumentando empaque y gracia.
Campo de fútbol y reto,
de las locales batallas,
torneos de afición pura
Con pueblos de la comarca.
Puerta Abierta de
Con el frontón y la plaza;
lugar de bailes y juegos,
Punto de encuentro y charlas.
Casino recreativo,
reliquia de edad pasada,
que quiere ponerse al día
Renovándose en su savia.
Es el nuevo Ayuntamiento
Casa de ayer remozada.
Luz de alumbrado modelo,
calles, aceras, calzadas,
caminos, pistas y montes
Que se cortan y se plantan.
El pantano de Angostina
Es sed de siglos calmada;
pueblo renovado en obras,
logradas en democracia,
empeño de una Alcaldía
Que se renueva y trabaja.
Y después de muchos años
de tareas programadas,
esas piezas etnográficas
en
al colegio de las chicas
han sido ya trasladadas,
porque allí del Gran Museo,
con ilusión renovada
al Organización Artea,
tiene su sede instalada.
Y
Recientemente implantada,
Sirve de ejemplo a imitar
Para toda la comarca,
Pues es un día sin par
Que te da prestigio y fama
Ya no sé que más me decirte
para dejarte cantada,
¡ Colina de las colinas1
¡Escondida y ondulada!
¡ Flor entre flores de pueblos!
¡Villa entre las villas de Álava!
¡ Artziniega, orgullo y guía
de las gentes que te aman!
Por José Velasco. El Gran Amunaki.
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